La odio a veces, pero ¿qué logro con odiarla?. No podré al mismo tiempo que me lleno de pensamientos resentidos trocar su insensata naturaleza...
Viéndolo así, debería ahora mismo renunciar al placer de odiarla, porque sí, es un placer después de todo; lo único en el fondo que me ayuda a tener que mirarla fingiendo simpatía... Saber que, por más que intente ocultarlo, quisiera verme mentalmente destruida, esforzándose inútilmente por doblegar la indiferencia que tanto detesta, y con ese ardor disimulado, que transfigura su rostro, solo me causa risa.
Podría precisar porqué la odio, pero creo que basta solo con decir que la odio, con un odio inusual... inconstante. Cuando no me dejo embrujar por esa sensación de tajante desprecio solamente puedo verme a mí misma confundirme en la masa, ser tan solo una más en el círculo de la infamia; sin embargo, solo será esto la forma de distraerla de mis reales intenciones.
Debo admitir que en ocasiones la sombra de la ira enturbia mis ojos, y muchas retorcidas visiones se desenvuelven caóticamente, me ensordecen, me entintan las manos de sangre y la voz sabe solo dar rugidos, como si pudiera dispersar todo ese entorno que se infecta con su presencia... Temo por el instante que finalmente mi seudo transigencia se desgaste de tanto reclamarla, temo por lo incierto de mis actos amparados en el ODIO... No porque mi instinto sea precisamente sanguinario en hechos empíricos, sino por todo lo contrario.
«Los monstruos andan sueltos», un podcast sobre las nuevas derechas
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El Ciudadano
“Nos interesó poner el foco en las condiciones sociales que ayudan a
comprender la emergencia de las nuevas derechas. Más que lo que ocurre ...
Hace 3 días
De verdad es odio????
ResponderEliminarO simplemente... todo lo contrario...
vaya dilema no???
La verdad es que no es en absoluto un dilema para mi, porque claramente es odio... Aunque debo reconocer que no siempre es asi, es algo que transmuta entre el odio y la lástima... Odio incluso mi actitud ante su presencia... Odio tener que odiarla, porque eso me da a entender que soy, lamentablemente, vulnerable a su demencia.
ResponderEliminarHola.. solo pasaba para decir ke este blog es estupendo, lo vengo siguiendo desde hace mucho y me gustan mucho tus escritos, muy inspiradores.
ResponderEliminarEspero que lo vallas actualizando con mas frecuencia (:
saludos
una lectora de este blog...
Sí, es odio, pero todo tiene que ser sutil, no hagas que ese odio sea mutuo y sigue fingiendo simpatía. Si no lo haces mutuo no te causas problemas.
ResponderEliminarMuchos dicen que si uno odia a alguien le presta mucha atención, en parte es cierto pero a veces resulta inevitable. No siempre ese persona te tuvo que dañar, a veces el odio no tiene razón y simplemente la presencia de alguien, o los actos de este, o quizá otras cosas, causan incomodidad. Otras veces el odio viene con la más cruel intención.
¡Saludos!
Sophie